El Departamento de Estado de Estados Unidos ha cancelado dos contratos multimillonarios de reasentamiento de refugiados con la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), una medida que ocurre mientras los propios obispos están demandando a la administración de Donald Trump por una importante congelación de fondos.
Dos cartas de “aviso de terminación” del 26 de febrero del Contralor del Departamento de Estado, Joseph Kouba, informaron al Secretario General Asociado de la USCCB, Anthony Granado, que dos acuerdos del año fiscal 2025 para el reasentamiento de refugiados, incluido un programa conocido como “Enduring Welcome” (Bienvenida Duradera), fueron “terminados de inmediato” porque “ya no efectúan las prioridades de la agencia”.
Se ordenó a la USCCB “detener todo trabajo” en los programas “y no incurrir en nuevos costos” y “cancelar tantas obligaciones pendientes como sea posible”.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos describe el programa Enduring Welcome como “el programa de reasentamiento a largo plazo del gobierno estadounidense”, que reasienta a los aliados afganos y sus familias en Estados Unidos.
Los registros de 2024 muestran que los programas cancelados incluían dos subvenciones separadas por un total de aproximadamente 27 millones de dólares para el reasentamiento de refugiados. Las subvenciones debían cubrir un período de octubre de 2024 a septiembre de 2025.
El presidente de la USCCB, el arzobispo Timothy Broglio, dijo en una carta de diciembre de 2024 a los miembros del Congreso que los obispos estadounidenses han “expresado constantemente su apoyo a las personas que arriesgaron sus vidas y las vidas de sus familiares para ayudar a la misión estadounidense y al personal estadounidense en Afganistán”, incluso a través de Enduring Welcome.