El Papa Francisco se vio obligado a ceder la lectura de la homilía de la Misa que presidió en la plaza de San Pedro por el Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policía y Cuerpos de seguridad a un colaborador y se excusó ante los presentes por sufrir “dificultades en la respiración”.
“Ahora me excuso y pido al maestro que continúe con la lectura por las dificultades en la respiración”, señaló el Pontífice con la voz algo ronca tras haber leído la primera parte de la homilía que había preparado.
A continuación le entregó el texto al maestro de las celebraciones litúrgicas del Vaticano, Diego Ravelli, quien continuó por él con la lectura de la homilía.
A pesar de la bronquitis que sufre el Papa Francisco, la ceremonia solemne, a la que asistieron varias asociaciones y academias militares de todo el mundo, así como obispos castrenses y capellanes, se celebró en la plaza de San Pedro y, por tanto, al aire libre en una mañana lluviosa y fría típica del invierno de Roma.