Dos semanas después del inicio de la segunda presidencia de Donald Trump, defensores de la libertad religiosa instan a la nueva administración a priorizar la promoción de la libertad religiosa a nivel mundial en su agenda de política exterior durante los próximos cuatro años.
La Cumbre de International Religious Freedom (IRF, por sus siglas en inglés) comenzó el martes por la mañana en Washington D.C. (Estados Unidos), con un panel de discusión sobre cómo la ayuda extranjera, las medidas de disuasión y las relaciones sólidas con líderes extranjeros pueden promover la paz, la seguridad y la libertad religiosa en todo el mundo.
Cientos de personas de docenas de países que representan muchas religiones asisten a la conferencia para discutir formas en que los líderes religiosos, legisladores y otros pueden poner fin a la persecución religiosa.
Los ponentes de la conferencia incluirán al vicepresidente JD Vance, al primer ministro armenio Nikol Pashinyan, líderes religiosos de diversas religiones y defensores de la libertad religiosa.
Las principales confesiones representadas en la conferencia son el cristianismo, el islam, el judaísmo y el budismo. Varias confesiones más pequeñas que se enfrentan a la persecución, entre ellas los miembros de la fe bahaí, la fe yazidí y el movimiento religioso Falun Gong, también tienen una fuerte presencia en la cumbre.
“[Estamos en] un momento de tremendo desafío y de enorme oportunidad”, dijo Annie Boyajian, copresidenta del grupo de derechos humanos Freedom House, durante el panel inaugural.