En 1990, cuando se desempeñaba como superior de los Jesuitas en Argentina, el Papa Francisco realizó una curiosa promesa a Nuestra Señora del Carmen, vigente hasta su muerte.
Durante su pontificado, el Papa Francisco mostró especial devoción por algunos santos y advocaciones marianas.
Ejemplo de ello fue la elección de su nombre en honor al Santo de Asís, o su devoción por la Virgen Desatanudos, cuya imagen estaba presente en su escritorio, y a quien en 2021 le rogó por el fin de la pandemia.
También se destacó su cercanía con Nuestra Señora de Fátima, a cuyo santuario peregrinó en 2017 y en 2023, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa. A su protección, el Papa argentino consagró al mundo entero
Sin embargo, hubo una advocación mariana a la que el Papa Francisco le hizo una curiosa promesa en 1990, en la víspera de su solemnidad.
Se trata de Nuestra Señora del Carmen, cuya devoción se extiende a Europa y América, y en muchos países es patrona del mar, de los marineros, de las Fuerzas Armadas, de la Policía y del Ejército.