Santoral

Los angeles pueden hablar con los hombres

Selección de textos bíblicos de Enrique Pardo Fuster
Recopilada y corregida por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

Los Ángeles buenos pueden iluminar la inteligencia de los hombres.

a) Así le ocurrió al Patriarca Abraham: Entonces le llamó el Ángel de Yahvé desde los cielos diciendo: “Abraham, Abraham!” Él dijo: “Heme aquí”. Dijo el Ángel: “No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que tú eres temeroso de Dios, ya que no mi has negado tu hijo, tu único” (Gén. 22, 11-12).

b) Así le sucedió a San José: Después que ellos se retiraron. el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto”. (Mt. 2, 13). Aclaración. Cada hombre percibe estas iluminaciones angélicas infinidad de veces para aclararle lo que ha de creer y obrar, sin advertir que proceden del ángel custodio.

Los Ángeles hablan entre sí con lenguaje puramente intelectual: “Unos serafines se mantenían de pie por encima de él... y se gritaban el uno al otro: Santo, santo, santo, Yahvé Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria. Se conmovieron los quicios y los dinteles a la voz de los que clamaban...” (Is. 6, 3-4). “Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena y címbalo que retiñe” (1 Cor. 13, 1). Aunque estos nombran las palabras “voz”, “grito”, “lengua”, pero se usan en sentido figurado como se deduce claramente de la propia naturaleza de los ángeles, que es espíritu sin materia, sin cuerpo, y por lo tanto carece de los órganos de la locución, y su comunicación es promovida por la inteligencia y voluntad, que son las cualidades superiores y características de su naturaleza angélica.

Los Ángeles y los hombres pueden hablar entre sí: “Entonces Rafael llevó aparte a los dos y los dijo: «Bendecid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los bienes que os ha concedido”. (Tob. 12, 6). Volvió el ángel que hablaba conmigo y me despertó como a un hombre que es despertado de su sueño. y me dijo: ¿”Qué ves”? Dije: “Veo un candelabro todo de oro” (Za. 4, 1). Respondióme el ángel que hablaba conmigo y me dijo: ¿”No sabes qué es esto”? Dije: “No, mi señor” (Za. 4, 5).Y entrando donde ella estaba, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo» (Lc. 1, 28). El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús”. María respondió al ángel: ¿Cómo será esto, pues yo no conozco varón”?. El ángel le respondió “El Espíritu Santo vendrá sobre ti” (Lc. 1, 30-35).