10 de setiembre

SAN NICOLÁS DE TOLENTINO

Desde su nacimiento fue consagrado al servicio de Dios por su madre, quien al verse entristecida por no haber tenido hijo alguno, pidió con todo su amor y fe al Padre Celestial que le concediese la gracia de tener uno. Era un niño todavía cuando emprendía largas caminatas para entregarse a la oración en una cueva cercana a la ciudad para imitar a los ermitaños, que moraban en los Apeninos. A edad muy temprana recibió las órdenes menores y se le otorgó una canonjía en la Iglesia de San Salvador de Sant´Angelo, pero el santo, abrigaba en su corazón el deseo de consagrar todo su tiempo, sus pensamientos y deseos directamente a Dios, deseo que pudo alcanzar cuando fue aceptado por los frailes agustinos de Sant´Angelo.

En 1270 fue ordenado sacerdote en Cignoli y en aquella ciudad llegó pronto a ser famoso entre la población por la muchas maravillas que obraba; sin embargo no permaneció ahí mucho tiempo ya que, durante cuatro años, estuvo en continuo movimiento entre uno y otro de los monasterios y misiones de su orden.

Posteriormente, el santo fue encomendado a emprender una campaña de moralización y de prédica callejera en la ciudad de Tolentino que había sufrido grandemente a causa de las guerras civiles. San Nicolás se entregó en cuerpo y alma a esta misión, logrando la conversión y el arrepentimiento de muchos pobladores.

Falleció en 1305 a causa de una penosa y larga enfermedad; fue beatificado en 1446.