10 de junio
SAN JUAN DOMINICI, Arzobispo de Ragusa y Cardenal
Entre los registros del Beato Juan Dominici que han llegado a nosotros, hay una breve biografía escrita por San Antonino, Arzobispo de Florencia, así como un retrato pintado del famoso Fra Angelico, en los muros de la catedral de San Marcos.
San Juan era un florentino de origen humilde que vino al mundo en 1376. A los 18 años recibió el hábito de los dominicos, en el priorato de Santa María Novella, pese a cierta oposición causada por su falta de educación y su tendencia a tartamudear. Pero aquellas carencias quedaron compensadas por su extraordinaria capacidad de retener en la memoria lo que aprendía. El Santo se convirtió en poco tiempo, en uno de los mejores teólogos de su época y en un predicador elocuente. Escribió los ‘laudi’o himnos en la lengua vernácula. Después de terminar sus estudios en la Universidad de París, dedicó 12 años a la enseñanza y la predicación en Venecia. Se le nombró prior en Santa María Novella. En Fiésole y en Venecia, fundó nuevas casas para monjes y estableció un convento para monjas dominicas, llamado Corpus Christi. Desde aquí trabajó para introducir o restablecer la estricta regla de Santo en varios prioratos.
Asimismo, se preocupó muchísimo
para que se impartiese una educación cristiana a la juventud y fue
el primero en combatir las perniciosas tendencias de la nueva herejía
que comenzaba ya a ser un peligro: el humanismo. En 1406, asistió al
cónclave que eligió al Papa Gregorio XII. Después fue
el confesor y consejero del Pontífice y éste, le consagró
Arzobispo de Ragusa y Cardenal de San Sixto.
Murió
en Buda, Hungría, el 10 de junio de 1419. Su culto fue confirmado en
1832.