El 12 de diciembre de cada año la Iglesia Católica celebra la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Ese día en 1531, la Virgen María se apareció a un indígena de 57 años llamado Juan Diego.
Juan Diego fue proclamado santo por San Juan Pablo II en 2002.
En uno de sus encuentros, la Virgen María le encargó a San Juan Diego que recogiera en su tilma –una tela muy sencilla– rosas de Castilla que habían florecido en el árido terreno para que se las presentara al primer Obispo de México, Fray Juan de Zumárraga, como prueba de las apariciones.