El Papa Benedicto XVI llegó este viernes 14 de septiembre al Líbano como peregrino de paz para todo Medio Oriente. En el primer día de su visita, que coincidió con la fiesta de la Exaltación de la Cruz, el Santo Padre cumplió con el motivo central de su viaje: firmar la exhortación Ecclesia in Medio Oriente y entregarla a los obispos de la región.

Desde la Basílica greco-melquita de San Pablo de Harissa en el Líbano, el Santo Padre firmó la exhortación, fruto de la Asamblea Especial para el Medio Oriente del Sínodo de los Obispos, realizado en octubre de 2010.

En su discurso, el Papa pidió "celebrar la victoria del amor sobre el odio, del perdón sobre la venganza, del servicio sobre el dominio, de la humildad sobre el orgullo, de la unidad sobre la división".

El Papa recordó que " la locura de la cruz: la de saber convertir nuestro sufrimiento en grito de amor a Dios y de misericordia para con el prójimo; la de saber transformar también unos seres que se ven combatidos y heridos en su fe y su identidad, en vasos de arcilla dispuestos para ser colmados por la abundancia de los dones divinos, más preciosos que el oro".

El Papa también hizo votos por la paz y la reconciliación en todo Medio Oriente y pidió especialmente evitar los enfrentamientos por motivos religiosos.

También hizo un llamado a los católicos de Medio Oriente a vencer el temor: "No tengáis miedo, pues la Iglesia universal os acompaña con su cercanía humana y espiritual".