18 de mayo de 2014 / 11:10 AM
Al presidir el rezo del Regina Caeli ante los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco alentó a dejar de lado por completo los chismes, las envidias y los celos en la Iglesia.
El Santo Padre recordó que "hoy la lectura de los Hechos de Apóstoles nos muestra que aun en el comienzo de la Iglesia emergen las primeras tensiones y disensiones. En la vida, los conflictos existen, el problema es cómo se afrontan".
"Hasta ese momento la unidad de la comunidad cristiana había sido favorecida por la pertenencia a una etnia y cultura, la judaica. Pero, cuando el cristianismo, que por voluntad de Jesús está destinado a todos los pueblos, se abre al ámbito cultural helenista – griego – llega la falta de esta homogeneidad y surgen las primeras dificultades".