Hace más de 10 años Sarah Wickline Hull fue diagnosticada con cáncer durante su embarazo, y pese a que los médicos la presionaron para que se realizara un aborto, prefirió arriesgar su vida antes que perder a su pequeña hija. Hoy más que nunca, agradece esa decisión.
Sarah, de 40 años, ya no tiene cáncer y su hija es una niña feliz y saludable de 10 años. Actualmente vive junto a su esposo Patrick Hull y sus dos hijas en Luisiana (Estados Unidos).
En entrevista con ACI Prensa, Sarah contó que padeció de "linfoma anaplásico de células grandes", un tipo de linfoma no Hodgkin poco frecuente y agresivo, que afecta a los ganglios linfáticos y regiones extraganglionares como huesos, médula ósea, tejido subcutáneo, pulmones, bazo e hígado.