San Pancracio fue un joven romano convertido al cristianismo, quien murió ofreciendo la vida en el altar del martirio con solo 14 años (c.304).

Jesús tocó su corazón

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Pancracio nació en Frigia, una antigua región de Asia Menor que ocupaba la mayor parte de la península de Anatolia, en el año 289 d.C. Su padre fue un noble pagano que falleció cuando Pancracio tenía siete años. Por eso, el pequeño quedó al cuidado de su tío Dionisio, con quien se fue a vivir a Roma.

Ambos recibieron el mensaje de Cristo gracias a un criado cristiano y se convirtieron a la fe cristiana. Ya bautizados, comenzaron a vivir intensamente una nueva vida, frecuentando la Eucaristía y los sacramentos, compartiendo sus bienes materiales con la comunidad eclesial y con quienes vivían en la miseria. Se deshicieron de muchas posesiones familiares para ayudar con su riqueza a los pobres.

Mártir adolescente

Cuando el emperador romano Diocleciano decretó la última persecución contra los cristianos, Pancracio fue denunciado y llevado ante la autoridad imperial. Antes de que llegase a comparecer, los consejeros del emperador le advirtieron a este diciendo: “El hijo de Cleonio de Frigia se ha hecho cristiano y está distribuyendo sus haciendas entre viles personas; además, blasfema horriblemente contra nuestros dioses”.

Diocleciano mandó llamar a Pancracio y conversó largo tiempo con él, tratando de persuadirlo de que renuncie a Jesucristo. Al no lograrlo, lo condenó a muerte por decapitación.

Una vez que Pancracio llegó al lugar del martirio, la vía Aurelia, se arrodilló, levantó los ojos y las manos al cielo, dando gracias al Señor porque había llegado el momento definitivo. Hincó la cabeza frente al verdugo y de un tajo violento se la arrancaron.

La Iglesia en Inglaterra

El Papa Vitaliano (600-672), siglos después, envió sus reliquias desde Roma a Inglaterra como gesto de generosidad pastoral. Quería que esas tierras que recién empezaban a ser evangelizadas conserven el legado espiritual del joven mártir. El Papa dispuso que los relicarios de los altares de las nuevas iglesias lleven los restos del santo. San Agustín de Canterbury (c.534-604) le dedicó el primer templo de Inglaterra.

San Pancracio es representado muy joven, casi niño, vestido con la túnica romana o con el traje militar y con los atributos de mártir. Es considerado como el santo de los afligidos por la pobreza.