19 de agosto de 2005 / 02:39 PM
En su discurso pronunciado en ocasión del encuentro ecuménico realizado en el Arzobispado de Colonia, el Papa Benedicto XVI señaló que “es mi propósito asumir como una prioridad de mi pontificado, la recuperación de la unidad de los cristianos”.
“Con ello he querido conscientemente seguir las huellas de mis dos grandes Predecesores: de Pablo VI, que hace ya más de cuarenta años firmó el Decreto conciliar sobre el ecumenismo Unitatis redintegratio, y de Juan Pablo II, que después hizo de este documento el criterio inspirador de su actuación”, dijo el Pontífice.
“En el diálogo ecuménico –continuó– Alemania es un lugar de particular importancia. En efecto, no es sólo el país donde tuvo origen la Reforma; también es uno de los países en los que surgió el movimiento ecuménico del siglo XX. A causa de los flujos migratorios del siglo pasado, también cristianos de las Iglesias ortodoxas y de las antiguas Iglesias del Oriente han encontrado en este país una nueva patria”.