"En general, en Europa, los musulmanes tienen más libertad para portar símbolos religiosos o seguir sus convicciones que los cristianos". Así lo ha afirmado el historiador austríaco Martin Kugler, fundador del Observatorio contra la Discriminación de los Cristianos.
En entrevista concedida a ACI Prensa, Kugler explicó que en algunos países de la Unión Europea "las élites políticas están más abiertas a permitir los símbolos del islam en la vida pública que la cruz y los valores cristianos".
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En el viejo continente, señala, existe una ofensiva laicista contra los cristianos, lo cual se traduce en que "la política europea tiene diferentes criterios si se trata de cristianos o musulmanes": muestran aceptación con el velo islámico mientras tratan de erradicar las cruces de los lugares públicos.
Kugler citó el caso de azafatas y enfermeras reprendidas, o incluso despedidas, por llevar pequeñas cruces; o los intentos de limitar la presencia de pesebres en colegios y lugares públicos durante la Navidad.
"La justificación es la separación entre Iglesia y Estado, pero en mi opinión eso no es más que una excusa. El secularismo radical europeo lo que pretende es, en nombre de la tolerancia y de la neutralidad del espacio público, imponer una ideología que supone la expulsión de los cristianos de la vida pública".
El experto en libertad religiosa reconoció que se está produciendo un auge del islam en Europa por razones demográficas. "Es un desafío grande para la cultura cristiana, pero pienso que el secularismo agresivo es más peligroso para los cristianos de Europa", dijo.
"Si los cristianos tuvieran libertad para moverse libremente siguiendo su conciencia –continuó–, con sus escuelas y sus derechos, lo tendrían más fácil para afrontar el auge de la cultura musulmana".
Recordó las palabras que la Canciller alemana, Ángela Merkel, pronunció sobre este asunto: "no necesitamos menos islam, necesitamos más cristianismo". Para Martin Kugler, "es interesante que Ángela Merkel realizara esta declaración, porque ella no es una cristiana muy practicante".
También destacó la importancia de una mayor formación de los cristianos europeos. Por ejemplo, "muchos cristianos alemanes no saben explicar a los musulmanes el mensaje de la Biblia, o el significado de celebraciones cristianas como la Pascua. No saben explicar la doctrina de la Iglesia. Hay una falta de formación y de valentía por parte de los cristianos europeos".
"Muchos ciudadanos cristianos o 'conservadores' se portan como una 'mayoría enfadada' en lugar de actuar como una 'minoría creativa', olvidando que los cristianos practicantes en Europa llegaron a ser una minoría".
Libertad de conciencia.
La gran lucha frente a la ofensiva del secularismo más agresivo se centra en el reconocimiento al derecho a la libertad de conciencia y religiosa.
Martin Kugler explicó que se nota "un desarrollo preocupante respecto al nivel de intolerancia y el nivel de discriminación" contra los cristianos en las sociedades europeas. Intolerancia y discriminación "son dos cosas distintas, aunque tienen relación, porque primero se produce una presión social y luego eso trasciende en la legislación de los Estados".
En el trabajo en favor de la libertad de conciencia y religiosa "se debe distinguir entre el nivel jurídico-legal, que sería la discriminación mediante leyes que tratan de limitar la libertad de conciencia –por ejemplo, en la vida profesional–, y el nivel social, es decir, la marginalización, la intolerancia hacia los cristianos, a los que se trata de someter a una gran presión mediante una opinión publicada hostil y una educación estatal cohibida".
"La libertad religiosa en Europa está amenazada en esos dos niveles", destacó.
Especialmente crítica es la situación de la libertad de conciencia en Europa, que se encontraría seriamente amenazada, "ya que muchos políticos e intelectuales no entienden o no conocen el concepto de la ley natural o, como decía el Papa Benedicto, la 'ecología del hombre'".
"Hay limitaciones en relación con la bioética, con la ética profesional en los hospitales y en las facultades de medicina, pero también con la libertad de expresión".
Citó como ejemplo los casos de matronas despedidas en países europeos como Suecia, Reino Unido, Francia o Alemania, por no querer participar en abortos porque consideran que su profesión es ayudar en un parto y no en un aborto. "Las autoridades no les reconocen su derecho a la objeción de conciencia".
"Es un derecho humano central, pero la cultura laicista no lo respeta", lamentó Kugler, que señaló que también algunos hospitales católicos tienen problemas para poder actuar según su ideario religioso.
Martin Kugler finalizó la entrevista citando al Papa Francisco que habló varias veces de una persecución contra los cristianos de forma "cortés", "disfrazada de cultura, modernidad y de progreso".
Kugler asegura que "el secularismo radical hace daño a la democracia, porque quita todo lo transcendental del espacio público y sugiere una pretendida neutralidad del Estado que no existe".
El secularismo radical "es un peligro para la convivencia pacífica de la gente, porque la gente quiere tener sus tradiciones y que se respeten sus principios. Es un desafío para la democracia del que surgen todos estos movimientos populistas".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 3 de marzo de 2017