"Que todo hogar sea un nuevo Belén, en donde cada uno comparta con sencillez la vida diaria", exhortó ayer el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, en su homilía en la Misa de Navidad en la Catedral Metropolitana de México.
El Cardenal Rivera manifestó su deseo de que "la celebración de esta Navidad llene de nueva esperanza la existencia de cada persona, de cada familia, especialmente de los niños y de los ancianos, de los que se sienten solos y han perdido interés por vivir"
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Primado de México pidió también "que los padres de familia aprendan de María y de José a recibir la vida, que es regalo de Dios Padre".
"Nuestra Nación mexicana vive momentos de muchos desafíos y problemas, pero también de mucha esperanza", dijo el Cardenal.
"Todo está llamado a crecer y a madurar en Cristo", aseguró, y señaló que "ya hemos comprobado que con la violencia nada crece y que con la desesperanza todo se paraliza".
El Arzobispo de México subrayó que "el Niño de Belén viene a alimentar nuestra esperanza y a fortalecer nuestras debilidades".
"Frente a un mundo selectivo y exclusivista, que pretende restringir la felicidad a unos cuantos, tenemos la buena nueva de Dios, que se dirige a todos y a cada uno, sin excepción", aseguró.
El Cardenal Rivera indicó que este "es el tiempo de la vida. Es el momento de reafirmar nuestra confianza en el fruto maduro del amor divino, pues Dios 'no es Dios de muertos, sino de vivos'".
"Todos somos conscientes de la complejidad de los problemas y también somos conscientes de que nadie, por sí solo, los podrá resolver, pero también debemos tener la convicción de que si cada uno ponemos lo que esta de nuestra parte mucho mejoraremos y mucha alegría llegará a los más excluidos", añadió.
"Por supuesto que no todo lo podemos resolver, pero algo, siempre podemos hacer", insistió.
Al finalizar la Misa, el Cardenal Rivera fue felicitado por los 30 años de su consagración episcopal celebrada el 21 de diciembre de 1985, tras ser nombrado Obispo de Tehuacán (México) por San Juan Pablo II.
También te puede interesar:
Papa Francisco: Perdonar no es fácil pero así vencemos el mal con el bien https://t.co/l1uZcgmeLI
- ACI Prensa (@aciprensa) diciembre 26, 2015