El Papa Francisco invitó a Ricardo, un joven mexicano que tuvo que emigrar a Texas cuando era niño, a contemplar a Cristo en la Cruz, "la injusticia más grande de la historia" ante la que "Dios callaba", para entender las "muchas injusticias" que hay en la vida.

Lo hizo durante la audiencia virtual con personas de distintas condiciones de Chicago, Texas y Los Ángeles (Estados Unidos) realizada por la cadena de TV ABC y retransmitida el viernes. Al responder al joven también habló de la pobreza y la educación y alertó de que se está librando una batalla entre "la amistad social" y la "enemistad social" y eso lleva a "las guerras, las destrucciones" y "al odio".

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Ricardo, un mexicano que vive en Texas, relató al Pontífice su experiencia como inmigrante desde los cuatro años y cómo se encargó de su familia de seis personas después de que su padre sufriera un accidente.

El Pontífice le animó diciéndole que "la vida te hizo padre antes de tiempo porque tuviste que mantener desde muy chico tu familia durante la enfermedad de tu padre".

Francisco explicó que "en esta vida hay muchas injusticias, y como creyente, como cristiano, el primero que las sufrió, que las condensó en sí mismas, fue Jesús. Jesús nació en la calle, nació como un 'homeless', no tenía su madre dónde parirlo".

Le invitó a mirar "siempre" la figura de Jesús porque así "damos un paso más". "Dios a veces nos habla con palabras, como en la Biblia, nos dice Su Palabra. Dios a veces nos habla con gestos a través de la historia, con las situaciones. Y Dios, a veces, muchas veces, nos habla con su silencio", dijo al joven.

Sobre los problemas que planteó Ricardo, Francisco dijo: "Cuando yo veo la cantidad de gente que pasa hambre, que no tiene para crecer, que no tiene para salud, que muere niño, que no tiene para la educación, la cantidad de gente que no tiene casa, la cantidad de gente que hoy día, lo estamos viendo, migran de su país buscando futuro mejor, y mueren, tantos mueren durante el camino, yo miro a Jesús en la Cruz y descubro el silencio de Dios", dijo en referencia también a los miles de refugiados que llegan estos días a Europa de países como Siria al huir de la persecución religiosa.

"El primer silencio de Dios está en la Cruz de Jesús. La injusticia más grande de la historia y Dios callaba", subrayó Francisco.

¿Qué hacer ante esta situación?. En su opinión, "el mundo tiene que tomar más conciencia de que la explotación de uno con otro no es un camino. Todos estamos creados para la amistad social. Todos tenemos responsabilidad sobre todos. Ninguno puede decir: 'mi responsabilidad llega hasta aquí'. Todos somos responsables de todos, y ayudarnos de la manera que cada uno puede".

No obstante, recordó que "hay una palabra muy fea que también aparece en la primera página de la Biblia. Dios le dice al demonio, al padre de la mentira, a la serpiente: 'Pondré enemistad entre ti y la mujer'. Y la palabra enemistad fue creciendo a lo largo de la historia, y poquito después de eso, la primera enemistad entre hermanos: Caín mata a Abel. La primera injusticia. De ahí en más, las guerras, las destrucciones. De ahí en más, el odio".

En este sentido, explicó que se libra una batalla entre "la amistad social" y la "enemistad social" y que "la opción la tiene que hacer cada uno en el corazón y nosotros ayudar a hacer esa opción en el corazón. La huida a través de las adicciones o de la violencia no ayuda, solamente la cercanía y dar de mí lo que yo pueda". "Ese no es el plan de Dios", remarcó Francisco al concluir. 

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