Mons. Carlos Osoro Sierra, nuevo Arzobispo de Madrid (España), agradeció a los medios de comunicación el trabajo realizado con motivo de su toma de posesión el sábado 25 de octubre, al tiempo que les pidió "que me ayuden a realizar esta misión que tengo y que, a través de la Iglesia y del papa Francisco, el Señor quiere que realice en la arquidiócesis de Madrid".

"Mi misión, como saben, es difícil y sencilla, porque se trata de anunciar a nuestro Señor Jesucristo y de hacerle presente no sólo con palabras, también con obras", expresó.

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"Lo que me importa, añadió, es vital para este mundo: anunciar una noticia que sea liberadora, transformadora del ser humano, que tenga capacidad de hacernos salir de nosotros mismos y de ir por los caminos de la historia no rompiendo al ser humano, sino construyéndolo siempre, y haciéndolo en todas las ocasiones, sin demoras y sin miedos. La alegría que el Señor me invita a anunciar es su propia persona, es una alegría que es para todos los hombres, no se puede excluir a nadie. Les pido que me ayuden a anunciar a Jesucristo", subrayó.

Los jóvenes

En respuesta a los periodistas, el Arzobispo de Madrid habló de los jóvenes, recordando que "desde que soy obispo me dediqué a eso. Fui rector del Seminario de Santander, y estuve con jóvenes; en Orense hacía vigilias en la catedral, y me reunía todos los meses con ellos. En Orense y Oviedo les escribía una carta todos los meses a los jóvenes y a los niños, en Valencia no me dio tiempo, y aquí me pasará algo parecido". "Siempre me he reunido con los jóvenes, prosiguió. Lo hice los viernes porque es el día que los jóvenes salen, no tienen clases al día siguiente".

En este sentido, anunció que la primera cita con los jóvenes será la Vigilia de la Almudena. Lo importante, precisó, es "estar junto al Señor, estar en el centro. Porque hay una cosa preciosa: cuando el Papa Francisco dice que la Iglesia tiene que ser una Iglesia en salida, tiene que salir del centro a las periferias. El centro es Jesucristo. Si sale de otra manera, va muy mal a las periferias, o hará distinciones en las periferias: con estos voy y con estos otros no voy. Cuando sale del centro, va con todos y va por todos los caminos".

La enfermedad de las 3D: desdibujamiento, desencanto y desorientación

Mons. Osoro advirtió que "el ser humano necesita que se le diga quién es. Yo digo que hay una gran enfermedad, y lo llamo la enfermedad de las 3D, y es importante que la descubramos y vivamos. Hay un desdibujamiento".

En este sentido, y recurriendo a Julián Marías en el año de su centenario, explicó que "cuando habla del ser humano, dice que es imagen de Dios, y que la descripción de lo que es de verdad esa imagen de Dios es lo que dice el Señor cuando dice que Dios es amor. El ser humano es imagen de ese Dios, que es amor. "Ese desdibujamiento es una enfermedad. Cuando uno no sabe lo que es, camina mal".

"La otra D, indicó, es el desencanto, la desesperanza, la desilusión, motivadas por situaciones que son reales". Y es que muchos jóvenes "no tienen trabajo, o están por horas. Eso es un desencanto, pero también lo es cuando tenéis razones incluso para saber vivir".

Por último, la tercera D, que "es la desorientación. El ser humano, o vive como un vagabundo o vive como un peregrino. Al vagabundo le da igual estar hoy aquí, en Madrid, que en Valencia, Orense, Asturias, Oviedo, Santander. Al peregrino no, porque tiene metas.

Esa enfermedad no puedo quitarla solo, pero entre ustedes y yo podemos quitarla, porque podemos dar otra noticia distinta: que hay metas, esperanza, que nadie sobra en este mundo, que todos nos necesitamos, que no podemos hacer una cultura del descarte sino que tenemos que tenemos que hacer la civilización del amor, o lo que el Papa actual llama la cultura del encuentro, donde nadie sobra. Y esto se puede hacer si damos a conocer el dibujo del ser humano, si no lo imponemos. Tenemos un dibujo, y si le pones claro haremos felices a los demás. Esta es mi misión. Porque todos tenemos el dibujo, que es la imagen de Dios: hay que hacerlo ver, y cómo esa imagen tiene vida".

Familia

Otro de los temas abordados en su intervención fue el de la familia, que para monseñor Osoro "es esencial. Todos nosotros estamos aquí porque hemos tenido dos laderas, padre y madre. Sin esas laderas ninguno estaríamos aquí, y esas laderas son necesarias y nos dieron lo mejor de nuestra vida. Cuando me hablan de la familia, recuerdo a mis padres. Eran sencillos y me dieron lo mejor que tengo en mi vida. A mí no me la han dado los lugares donde he estudiado, donde he alcanzado unos títulos. Saber amar, querer, servir, respetar, acoger, descubrir que era de todos, todo lo aprendí en mi casa".

Espiritualidad misionera

Algo que aseguró el Arzobispo "es un desafío para todos, para los sacerdotes y para todos los cristianos: el desafío de una espiritualidad misionera, es decir, de unos hombres y mujeres que pasamos de un individualismo, de una falta de dibujo y, por tanto, de identidad, de una caída de fervor, que son grandes males que pueden acuciar nuestra vida, a todo lo contrario: a un sabernos vivir en comunidad, salir todos juntos, tener un dibujo real de lo que tenemos el ser humano, aunque a veces tengamos deficiencias en vivirlo y en hacerlo, y un fervor que nace de un encuentro y una pasión que genera Jesucristo en nuestras vidas".

Las nuevas formas de esclavitud

Finalmente, Mons. Osoro explicó que tiene "un empeño grande" en relación con lo que el Papa denomina "las nuevas formas de esclavitud". Ha dicho que es algo que "se lo ha tomado muy en serio la Conferencia Episcopal inglesa. Oficialmente, en ningún país del mundo está admitida la esclavitud; es decir, en las Constituciones no está admitida la esclavitud, está condenada".

"Pero el Papa Francisco, en la Evangelii Gaudium, dice algo que me parece muy importante: siempre me angustió, dice, la situación de los que son objeto de diversas formas de trata de personas; el grito de Dios '¿dónde está tu hermano esclavo?', '¿dónde está ese que estás matando cada día en el taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizas para la mendicidad, en aquel que tiene que trabajar a escondidas…?' Y el Papa dice: no nos hagamos los distraídos".

En este sentido explicó que hay católicos, religiosas, trabajando en estas fronteras: droga, prostitución, utilizando diversos medios. "Me parece que es muy importante el trabajo que están realizando", aseguró.

Por último, el Arzobispo de Madrid contó a la prensa que el papa Francisco, lo llamó el domingo pero que no pudo atenderlo porque estaba rezando. Cuando terminó, pudo escuchar el mensaje que el papa Francisco había dejado en su celular: "Monseñor Osoro, soy el papa Francisco para desearle lo mejor en su arzobispado. En todo caso, más tarde intentaré llamarlo. Gracias".