Este año, la cena de Navidad en el Vaticano tendrá sabor español. Con mucho cariño, las religiosas del Monasterio de Clausura de Santa Clara del Valle de Allariz, Galicia (España), regalaron al Papa Francisco la mejor de las gallinas que criaron en los últimos meses, para que sea el plato principal de la celebración navideña.
Según explicó a ACI Prensa el 18 de diciembre la Abadesa del convento, Sor María Pureza, "no se trata de cualquier gallina, sino de una 'pularda', un tipo de ave de alta calidad que se alimenta con piensos especiales y que tiene una crianza más prolongada de lo habitual, que da un carácter a la carne mucho más tierno y sabroso".
Desde su monasterio, situado en una de las vías del Camino de Santiago, Sor María Pureza señaló que la comunidad de clarisas se dedica a la oración y la contemplación, y para ganarse la vida, es tradición en ellas la cría "con mucho esmero y amor" de las pulardas.
"Para nosotras es estupendo que el Papa reciba este regalo. Somos Clarisas, las hijas de San Francisco, el nombre que lleva el Papa, y nos encanta su sencillez, su humildad. Cada día nos deja admiradas con sus homilías", refirió.
El ave que las clarisas reservaron para la Navidad del Papa fue entregada al Pontífice después de la audiencia general del miércoles 18 de diciembre, por una delegación de la cooperativa española Coren, de la que forman parte las clarisas desde hace más de 50 años.
Debido a su condición de religiosas de clausura, Sor María Pureza, no participó en la Audiencia General, pero la religiosa aseguró que "estuvimos presentes con la oración".
Además, ese mismo día, la cooperativa Coren también entregó 750 kilos de pollo a Mons. Konrad Krajewski, el limosnero del Papa Francisco, que serán distribuidos entre más de 200 familias de Roma a través de las casas de acogida que dependen de la Santa Sede en la capital italiana.