El Papa Benedicto XVI alentó a los fieles católicos de todo el mundo a recuperar el asombro ante el misterio de la Encarnación que ilumina la vida y explicó que Dios asumió la condición humana para curar "todo lo que nos separa de Él".
En su catequesis semanal ante miles de fieles presentes en el Aula Pablo VI, el Santo Padre dijo que "en este tiempo de Navidad, nos detenemos de nuevo en el gran misterio de Dios que bajó de su Cielo para entrar en nuestra carne. En Jesús, Dios se encarnó, se hizo hombre como nosotros, y así nos abrió el camino hacia su Cielo, hacia la comunión plena con Él".
"Dios tomó la condición humana para curar de todo lo que nos separa de Él, por lo que podemos llamar, en su Hijo unigénito, con el nombre de ‘Abba, Padre’ y ser verdaderamente sus hijos".