Once religiosas de la Comunidad de Santa María Virgen, una de las primeras órdenes anglicanas creadas tras la separación de la Iglesia Católica en el siglo XVI, se unieron al Ordinariato creado por el Papa Benedicto XVI para recibir a exanglicanos.

Las tensiones al interior de los anglicanos se han hecho más fuertes a raíz de que se ha intentado aprobar las ordenaciones de “obispas”, disposición que fue aprobada por los obispos pero rechazada por los laicos en noviembre de 2012.

La Santa Sede anunció, en enero de 2011, la creación oficial del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham para Inglaterra y Gales, como "una estructura canónica que permite una reunión corporativa de tal modo que los ex anglicanos pueden ingresar a la plena comunión con la Iglesia Católica preservando elementos de su patrimonio anglicano".

Las ex religiosas anglicanas, cuyas edades comprenden entre los 45 y los 83 años, fueron recibidas en la Iglesia Católica el 1 de enero, y serán conocidas en adelante como las Hermanas de la Santísima Virgen María.

En su homilía, el P. Daniel Seward, Párroco del Oratorio de Oxford (Inglaterra), dio la bienvenida a las religiosas a la Iglesia Católica, y les aseguró que “a lo que ustedes se están uniendo no es nada extraño o extranjero, sino su propio patrimonio”.

“El genio espiritual de San Benito, bajo cuya regla ustedes viven, el estudio y la práctica de la sagrada liturgia, y la veneración y amor a la Madre de Dios, Nuestra Señora de Walsingham, todas estas cosas son parte de la antigua gloria de este país, que fue una vez una isla de santos y de María”.

Las religiosas permanecerán en su actual residencia de forma temporal, hasta que se les encuentre un hogar permanente.