El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, afirmó que “a través de María, que nos trae a Jesús, un mundo nuevo se abre para nosotros”, y alentó a los fieles a recurrir a la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y contemplar su rostro lleno de paz.

“Tenemos que recurrir a esta imagen de nuestra Madre todo el tiempo. Tenemos que contemplar su dulce rostro y mirar sus ojos llenos de paz. Tenemos que hablar con ella como niños y decirle todo lo que está en nuestro corazón. Necesitamos sentir su ternura maternal para con nosotros”, afirmó durante la Misa por la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.

Durante su homilía, el Prelado también destacó la presencia en la Misa por primera vez “de la preciosa reliquia de la tilma sagrada que lleva la imagen milagrosa de la Virgen en nuestra Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles”. “Esta reliquia de la Tilma de San Juan Diego es la única reliquia de este tipo en los Estados Unidos y probablemente en cualquier otro lugar fuera de la ciudad de México”, afirmó.

Mons. Gómez recordó que en su aparición la Virgen le expresó a San Juan Diego palabras de esperanza cuando le dijo “¿No estoy yo aquí, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y bajo mi protección? ... ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Necesitas algo más?”.

“Esta gran fiesta nos recuerda: ¡Estamos rodeados por todas partes del amor de Dios!”, añadió el Prelado, que subrayó “el corazón maternal de nuestra Madre María”, pues “en lo más profundo de su corazón, María es una madre que nos ama. Ella no pide nada para sí misma. ¡Todo por Jesús! ¡Todo para ser nuestra madre!”.

“María nos trae la sabiduría de Dios, que como agua viva renovará nuestras almas. Por medio de María, Jesús entra en nuestro mundo y en nuestros corazones (…). Podemos vivir como una nueva creación. Podemos esperar grandes cosas para nosotros mismos y para nuestras familias e hijos. ¡Ahora somos hijos de Dios! ¡Nada debe perturbarnos!”, expresó.

Asimismo, Mons. Gómez afirmó que con el pasaje de la Visitación a su prima Isabel, la Virgen María muestra su “corazón ‘misionero’”. “Vemos que María está llena de alegría, ¡con un gran deseo de compartir a Jesús! Y cuando María le transmite a Jesús, Santa Isabel también se llena de alegría. Ella se regocija en el Espíritu Santo”, recordó.

Por ello, el Arzobispo de Los Ángeles invitó a los católicos a agradecer a Dios “por los muchos dones que nos ha dado a través de María”, y acogerla y pedirle “que nos enseñe cómo ser buenas madres y buenos padres para nuestros hijos. Le pedimos que nos enseñe cómo ser buenos hijos e hijas”.

“¡Volvámonos al dulce rostro de nuestra Madre! ¡Presionemos nuestra mejilla contra la Suya! ¡Estemos siempre cerca de nuestra Madre! ¡Dejemos que ella sea nuestra vida, dulzura y esperanza!”, culminó.

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