El Papa Benedicto XVI explicó esta mañana que el Árbol de Navidad, cuyas luces se encienden hoy en la Plaza de San Pedro, es un signo de la luz de Dios que ilumina a todos los hombres en medio de las tinieblas y las dificultades.
En su discurso a la delegación de la región italiana de Molise de la que procede este año el abeto colocado en San Pedro, el Papa exhortó a vivir "con serenidad e intensidad la Navidad del Señor. Él, según el célebre oráculo del profeta Isaías, apareció como una gran luz para el pueblo que caminaba en las tinieblas".
Benedicto XVI recordó que "Dios se ha hecho hombre y ha venido entre nosotros, para disipar las tinieblas del error y del pecado, trayendo a la humanidad su luz divina".