Un nuevo estudio realizado por católicos en Estados Unidos, muestra que a pesar de que muchas mujeres que van a Misa son receptivas a aprender la enseñanza católica sobre la anticoncepción, las fieles deben también escuchar más por parte de la Iglesia sobre sexualidad y recibir una adecuada formación de conciencia.

En declaraciones a ACI Prensa el 28 de noviembre, Mary Rice Hasson, directora del proyecto Mujeres, Fe y Cultura, organización que promovió el estudio, manifestó que espera “que esto encienda una fresca mirada por parte de quienes guían a las personas”.

Hasson señaló que en muchos lugares, las mujeres nunca han escuchado el mensaje completo de la Iglesia sobre sexualidad, y son formadas en muchos aspectos por la cultura popular.

“La mayoría de las personas no están allá afuera leyendo encíclicas”, indicó, señalando que el promedio de católicos aprende acerca de su fe a través de las homilías, que a menudo omiten las enseñanzas de la Iglesia sobre anticoncepción.

El proyecto Mujeres, Fe y Cultura encargó el estudio a nivel nacional a mediados de 2012, con la intención de conocer más sobre las perspectivas de las mujeres católicas, de entre 18 y 54 años, que asisten a Misa. Los hallazgos ofrecieron una visión más matizada que la percepción común, de que la mayoría de mujeres simplemente rechazaban la enseñanza de la Iglesia.

Un tercio de las mujeres en el estudio pensaban equivocadamente que la Iglesia aprobaba el uso de anticonceptivos, siendo las mujeres más jóvenes, que participaban más regularmente de los sacramentos, las que más sabían y aceptaban completamente las correctas enseñanzas de la Iglesia.

Cuando se les presentó una correcta descripción de la enseñanza de la Iglesia, el 44% aceptó algunas pautas pero no todas, creando un “medio suave” entre aquellas que completamente la aceptan o la rechazan.

Muchas de estas mujeres indicaron que su fe es una parte importante de sus vidas, y que tienen una apertura más grande a los niños que el promedio de estadounidenses, según el estudio.

Aún más, muchas mostraron una “receptividad alentadora” a aprender más acerca de la enseñanza de la Iglesia, indicando un interés en escuchar los testimonios de otras parejas que han usado planificación familiar natural, así como saber sobre recomendaciones de estudios y médicos sobre su efectividad y beneficios.

El estudio concluyó que, con el método y acercamiento adecuado, se puede llegar a estas mujeres del “medio suave”.

Los sacerdotes deben ver esto como “un llamado a despertar” que renueve su “confianza para proponer la verdad de las enseñanzas de la Iglesia”, dijo.

Por su parte, Lisa Everett, co-directora de la Oficina de Vida Familiar de la Diócesis de Fort Wayne-South Bend, en el estado de Indiana, dijo que lo que ella ha visto en el estudio confirma sus propias observaciones.

Everett subrayó la importancia de presentar la enseñanza católica sobre la sexualidad como “verdadera, buena y bella”, y que los líderes de la Iglesia no solamente están pidiendo a los fieles que sigan una lista de prohibiciones, sino que abracen una visión de la naturaleza humana.

Otra importante meta para la Iglesia debe ser una presentación clara de hechos para contrarrestar la común desinformación sobre la planificación familiar natural, usando no sólo anécdotas sino una bien fundada investigación en revistas médicas, indicó.

Everett también dijo que aquello que presenta la planificación familiar natural deben evitar “azucararla”, al minimizar los serios sacrificios que requiere.

En lugar de eso, indicó, ellos deben reconocer abiertamente esos desafíos, pero deben explicar que este aún es el plan de Dios para el matrimonio, y que es saludable para la relación, pues las parejas a menudo están “intrigadas” por saber cómo la planificación familiar natural puede beneficiar su matrimonio.

Hasson dijo que los autores del estudio están trabajando para compartirlo con las diócesis de todo el país. El siguiente paso es encontrar ideas frescas para comunicar el mensaje de la Iglesia, especialmente a las madres de la siguiente generación.

Los jóvenes de hoy están acostumbrados a ver datos, explicó, así que la base científica de la planificación familiar natural debe ser enfatizada, así como sus beneficios prácticos humanos, para capturar el interés inicial de las personas.

“No hay una respuesta única sobre cómo podemos evangelizar mejor a las personas”, dijo, y subrayó la necesidad de llegar a las personas en donde estén.

Hasson remarcó que “este es un proceso, y va a tomar tiempo”.