La Santa Sede expresó su satisfacción por la decisión que tomó ayer la Asamblea General de las Naciones Unidas de convertir a Palestina en un Estado observador no miembro de la ONU y renovó su llamado para lograr la paz en Medio Oriente.
"La votación de hoy demuestra los sentimientos de la mayoría de la comunidad internacional y reconoce una presencia más significativa de los palestinos en las Naciones Unidas", expresó en su comunicado de ayer.
Al mismo tiempo aclaró que este resultado no constituye de por sí "una solución suficiente de los problemas existentes en la región", a los que se debe responder "sólo mediante el compromiso efectivo de construir la paz y la estabilidad en la justicia y en el respeto de las legítimas aspiraciones tanto de los israelíes como de los palestinos".