El Director de los Museos Vaticanos, Prof. Antonio Paolucci, asegura que entre los miles y miles de turistas que visitan cada día la Capilla Sixtina del Vaticano, son los no creyentes los que quedan cautivados más por su perfección, e inevitablemente advierten que se trata de lugar santo.

En entrevista con ACI Prensa el 6 de noviembre, el Prof. Paolucci indicó que los no creyentes advierten algo especial dentro de la Capilla Sixtina. “No hay persona que no advierta la sacralidad de este lugar, también quien no es católico, quien no tiene ninguna religión, o viene de culturas lejanas”.

“Entienden que entran en uno de los espacios santos del mundo, y este creo que es el motivo principal de la atracción que la capilla Sixtina ejerce sobre las poblaciones de todo el mundo y todas las culturas”, dijo.

El 31 de octubre, la Iglesia Católica celebró los 500 años de la inauguración de la bóveda de la Capilla Sixtina, pintada por Miguel Ángel entre 1508 y 1512.

El Papa Benedicto XVI presidió el rezo de las vísperas de la Solemnidad de Todos los Santos, y recordó que este día, hace ya cinco siglos, su predecesor Papa Julio II también presidió el rezo de las vísperas en este lugar sagrado.

En esta línea, el Prof. Paolucci, señaló que al celebrar las vísperas de la Vigilia de Todos los Santos, en latín, y junto al Papa, “advirtió la eternidad de la Iglesia de Roma, que durante cinco siglos repite las mismas oraciones en la misma lengua, en latín litúrgico, entre los frescos que Miguel Ángel pintó”.

La Capilla Sixtina tiene un área de 1100 metros cuadrados y constituye uno de los mayores atractivos de los Museos Vaticanos por su extraordinaria belleza. Recibe anualmente a unos 5 millones de visitantes, y cada día ingresan aproximadamente unas 30 mil personas. Tal afluencia de gente, podría deteriorar las propiedades de los frescos, por lo que es posible que el Vaticano está estudiando cómo hacer frente a la cantidad de anhídrido carbónico descargado por la respiración de los visitantes, e incluso fijar un límite.

La capilla no es simplemente un lugar admirable del arte universal, no existe manual de historia del arte que no reproduzca estos frescos. Según Paolucci, “se trata de la capilla magna, la gran capilla de la Iglesia de Roma y la síntesis de la doctrina romano-católica”.

Por eso, este lugar “es la representación del cristianismo, la creación del mundo, el apocalipsis, el alfa y el omega, el destino de todos y cada uno, la Ley de Moisés y de Cristo…todo esto está explicado dentro de la Capilla Sixtina, para cualquier persona que sea de cultura católica, cualquiera que venga de países católicos, se da cuenta que aquí dentro encuentra las enseñanzas del catecismo”, concluyó.