El Dr. Thomas Sardella, especialista en Ciencias Biológicas, licenciado en la Universidad de Roma - Tor Vergata, perdió su empleo en la Universidad de Glasgow (Reino Unido) como asistente de investigación, tras negarse a participar en un estudio que usaba células de un niño abortado.

En una entrevista realizada por John Smeaton para la Sociedad para la Protección de los Niños No-nacidos (SPUC, por sus siglas en inglés), publicada el 17 de agosto, el Dr. Sardella señaló que ante el requisito de utilizar el tejido de niños abortados a los ocho semanas para un estudio científico, “me decidí a perder mi empleo”.

“¿Cómo podía convencerme que estos seres humanos de ocho semanas no tenían el derecho de vivir, y que mi carrera, mi salario y mi familia eran más importantes que sus vidas?” se cuestionó.

Tras un corte en el presupuesto, el grupo del Dr. Sardella se unió a otro equipo de investigación de San Diego (Estados Unidos). El estudio conjunto le daría al científico unos seis meses más de estabilidad laboral.

“Aún recuerdo cuando leí el e-mail enviado de San Diego acerca del requisito de aborto humano en esta colaboración. Me recosté en la silla con un sentimiento de repulsa y me dije que no podía hacer esto ni lo haría”, dijo el científico a John Smeaton.

El Dr. Sardella señaló que si bien él “no iba a estar directamente involucrado en el aborto, pero ¿cómo hubiese podido mirar por el microscopio olvidando que esas células se tomaron del niño junto con la vida de él o de ella?”.

El médico recordó que en la tarde del día en que recibió la información sobre la que sería la investigación conjunta con el grupo estadounidense, consultó junto a su esposa, que estudió Bioética, textos al respecto y confirmó que su posición fue la correcta.

“Consultamos libros italianos de bioética que aseveraban que yo me hubiera hecho colaborador pasivo y remoto del procedimiento abortivo; esa es la razón por la que no podía evitar sentirme tan mal”, señaló.

“Si estamos de acuerdo que está mal matar a un ser humano, un miembro de la especie homo sapiens, entonces hemos de preguntarnos cuándo nos hacemos homo sapiens. Para cada organismo del reino animal es la misma respuesta: cuando una célula de esperma fertiliza al huevo de la misma especie, cualquier zoólogo o embriólogo afirmará que un nuevo organismo es concebido”, dijo.

El científico explicó que “cuando un huevo humano es fertilizado por una célula de esperma humana no hay nada que podemos hacer para parar al nuevo embrión de ser parte de nuestra especie. El nuevo individuo debe considerarse un ser humano”.

Tras perder su empleo, el Dr. Sardella se ha dedicado a dar charlas en distintos ámbitos sobre la realidad del aborto, y se sorprendió que muchos jóvenes “verdaderamente no tenían ni idea de lo que es un aborto y de cómo se lleva a cabo”.

“Algunos alumnos también me vinieron a decir que su opinión del aborto se había cambiado totalmente, así que me dije que ‘si me he perdido el empleo justo para salvar una vida, entonces mereció la pena’”, señaló.

El científico lamentó que muchas personas, incluyendo colegas suyos, “consideran a la ciencia como una entidad superior y motor immobilis que guía las decisiones del género humano”.

“Ciencia es tan sólo una palabra, del latín scientia que significa conocimiento. El conocimiento no posee una conciencia. Es el científico el que tiene una conciencia y una ética que guía sus pensamientos y decisiones”, subrayó.

El Dr. Sardella subrayó que “primero viene la vida, y entonces en segundo lugar vienen las mejoras a la misma. Es inadmisible considerar como un consumible una vida humana y utilizarla en programas de investigación para el hipotético mejoramiento de las vidas de los demás”.

El científico, emocionado, aseguró que a pesar de las dificultades económicas que enfrentaron, “una sencilla elección vino a ser una revisión de mi vida y mis creencias, un momento de verdadera unidad con mi esposa y familia”.

“Si uno elige blanco, aunque perezca irracional en el ese momento, aunque la montaña que uno ha de escalar parezca tan alta, uno está abriendo los brazos a mucha más felicidad de lo que uno jamás hubiese podido planear”.

Para leer la entrevista completa puede ingresar a http://www.hazteoir.org/noticia/47550-perdio-su-empleo-no-querer-investigar-celulas-abortos-provocados