Tras sufrir amenazas e insultos de voluntarios de la multinacional ecologista Greenpeace, los jóvenes de Crossroads, que peregrinan por España defendiendo el derecho a la vida humana y manifestándose contra el aborto, denunciaron que esas y otras agresiones que han sufrido se producen debido a que son “católicos, pro-vida y jóvenes con principios”.

Los jóvenes de Crossroads denunciaron que el 9 de agosto, tras llegar a la localidad de León, se encontraron con un grupo de ecologistas que los insultaron fuertemente, los amenazaron gestualmente y gritaron “¡viva el aborto! ¡Somos pro muerte!”.

Los voluntarios de Greenpeace insultaron gravemente a los muchachos con palabras muy subidas de tono no reproducimos, pero que pueden verse haciendo click aquí.

En declaraciones a ACI Prensa, Jaime Hernández, portavoz de Crossroads, lamentó que Greenpeace, en comunicación con la prensa local, haya negado la agresión y haya culpado a los jóvenes pro-vida de haberlos atacado cuando ellos trataban de conseguir socios.

“En su comunicado ellos hablan de que 5 de sus miembros que fueron denunciados desmienten todo y que fuimos nosotros los que les provocamos, insultamos, etc. Es decir, que intentan darle la vuelta a la tortilla y hacerse ellos las víctimas”.

Hernández desmintió a Grenpeace y señaló que lo sucedido “ ahí consta gracias a los testigos”.

El portavoz de Crossroads dijo que aún no han interpuesto una denuncia contra Greenpeace, pero que consideran hacerlo si la multinacional ecologista no se desvincula de los jóvenes agresores.

“Lo cierto es que los que están denunciados son los dos miembros de Greenpeace, y los que tuvimos que llamar a la policía por seguridad propia fuimos nosotros”, señaló.

Hernández también dijo que la policía local les reveló “que no era la primera vez que tenia problemas con voluntarios de Greenpeace”.

“Nosotros en ninguna de las ciudades hemos causado problema alguno. Hemos sido siempre atacados por ser católicos, pro-vida y jóvenes con principios”, dijo.

Por su parte, Ignacio Arsuaga, presidente de la plataforma española pro-vida HazteOír, lamentó que “los proabortistas a veces muestran su verdadero rostro intolerante y agresivo”.

“Los voluntarios de Greenpeace no podían tolerar que un grupo de jóvenes repartiera información objetiva sobre el aborto. Por eso recurrieron al insulto y a la agresión física”, señaló.

Arsuaga también expresó su sorpresa porque “Greenpeace ha negado los hechos y por tanto no han pedido perdón”.

“¿Cómo se puede estar a favor del medio ambiente y no condenar la agresión contra personas concretas, contra los jóvenes de Crossroads y contra los seres humanos que todavía no han nacido?”, cuestionó.