El presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, Cardenal Kurt Koch, defendió la importancia del diálogo interreligioso y del Concilio Vaticano II, e indicó que la posición que toma la Fraternidad Sacerdotal San Pío X sobre este documento, los acerca más a Martín Lutero.

En una entrevista a la agencia Apic-Kipa, retomada por L´Osservartore Romano el 2 de agosto, el Cardenal insinuó que es difícil alcanzar un acuerdo con este grupo cismático a pesar de la apertura mostrada por el Papa Benedicto XVI para que vuelvan a la Iglesia.

Asimismo, abordó la posición de la Fraternidad que señala que el Concilio Vaticano II fue un error. “El concepto según el cual un concilio también puede ser un error se remonta históricamente a Martín Lutero”, por lo que advirtió a los miembros de la Fraternidad que “tomando en consideración sólo esto, deberían preguntarse en dónde están efectivamente¨.

"A nadie se le ocurriría afirmar que el Concilio de Trento haya tenido un nivel inferior. Entonces, desde el punto de vista puramente formal, es posible encontrar algunas diferencias, pero no se puede aceptar verdaderamente que se hagan diferencias con respecto al carácter estricto del contenido de estos documentos", añadió.

El Purpurado explicó que "el Vaticano II adoptó cuatro constituciones, nueve decretos y tres declaraciones. En términos puramente formales, se puede hacer una diferencia entre estos tres géneros. Pero luego surge un problema, si se considera que el Concilio de Trento (1545-1563) no publicó más que decretos y ninguna constitución".

Asimismo, dijo que el diálogo interreligioso “no es un tema secundario, sino central del Concilio, como recordó una vez Juan Pablo II. Es por ello que hoy debe ser un tema central de la Iglesia. Además, la declaración conciliar sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, particularmente con el judaísmo, la ‘Nostra aetate’, también se basa en la constitución dogmática sobre la Iglesia”.