El Papa Benedicto XVI reconoció oficialmente el martirio –y consecuente beatificación- del querido sacerdote Giuseppe "Pino" Puglisi, asesinado frente a su parroquia en Palermo (Italia) en 1993 por la mafia siciliana a la que enfrentó con gran valor.
El Padre Puglisi fue un férreo defensor de los niños de Palermo usados por la mafia siciliana para distribuir heroína y otras drogas. Don "Pino" organizó un hogar para salvar a cientos de niños del barrio Brancaccio de Palermo, donde él mismo nació.
Su compromiso obstaculizó los planes de la mafia. Fue asesinado por sicarios el 15 de septiembre de 1993, el mismo día en que cumplía 56 años.