El Papa Benedicto XVI afirmó que la misión de la Iglesia es predicar el Evangelio a todas las naciones "más allá de las fronteras establecidas por los hombres".

Al recibir esta mañana a los obispos de Papúa-Nueva Guinea, el Santo Padre subrayó la importancia de llevar "a todas las naciones, razas e idiomas, a Jesucristo el Salvador, en el que se revela la plenitud de la humanidad y la verdad".

Benedicto XVI indicó a los obispos que deben "seguir aplicando las verdades eternas del Evangelio a las costumbres de las personas, al servicio de las cuales está la Iglesia, con el objetivo de reforzar y consolidar los elementos positivos que hay en ellas y purificando otros, si es necesario".

El Papa destacó que la familia tiene un papel fundamental en la evangelización, pues "es la unidad básica de la sociedad humana y el primer lugar donde se desarrolla la fe y la cultura".

"Es una prioridad pastoral evangelizar el matrimonio y la familia en consonancia con la doctrina moral católica".

Benedicto XVI recordó que "para los cristianos, el matrimonio es una alianza elevada por Cristo a nivel sobrenatural como sacramento, en el que el marido y la esposa participan del amor de Dios, llegando a ser una sola carne, tratando de amar y respetarse a sí mismos y entre sí y permanecer abiertos al don de Dios que son los niños".