Arqueólogos de Israel han descubierto la primera evidencia física de que la ciudad de Belén (Bethlehem) existía siglos antes de ser conocida como el lugar de nacimiento de Jesús, tal y como revela el Antigua Testamento.
La prueba ha sido hallada en un sello de arcilla desenterrado cerca de las murallas de la Antigua Ciudad de Jerusalén e impresa con tres líneas escritas en hebreo antiguo en las que se puede leer la palabra 'Bethlehem'.
El director de la excavación, Eli Shukron, en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel, ha explicado que el sello había sido estampado aparentemente en un envío de productos de plata o agricultura enviados desde Bethlehem al Rey de Judá cerca de Jerusalem en el siglo VII u VIII antes de Cristo.