26 de abril de 2012 / 09:53 AM
La comisión instituida en 2007 por el Papa Benedicto XVI, para estudiar las cuestiones de mayor importancia de los católicos en China, hizo un llamado a seguir y obedecer las indicaciones del Santo Padre para que "el rostro de la Iglesia brille con claridad en medio del noble pueblo chino".
En un comunicado dado a conocer hoy tras la asamblea plenaria de la comisión que se ha reunido en el Vaticano entre el 23 y el 25 de abril, se hace referencia a uno de los temas más delicados en la Iglesia en China: la ordenación ilegítima de Obispos, que ha generado en los últimos meses algunas tensiones entre el gobierno comunista y la Santa Sede.
El texto recuerda que "la Iglesia necesita buenos obispos, ya que son un don de Dios para su pueblo, a favor del cual ejercen el oficio de enseñar, santificar y gobernar. Asimismo, están llamados a dar razones de vida y esperanza a cuantos encuentran. Los obispos reciben de Cristo, a través de la Iglesia, su misión y su autoridad, que ejercen en unión con el Romano Pontífice y con todos los obispos del mundo".