Ante las presiones de los grupos anti-vida, el Arzobispo de San Juan (Puerto Rico), Mons. Roberto González Nieves, rechazó el aborto y afirmó que el país necesita una cultura de la vida donde se respete la dignidad de la persona, empezando por los más débiles e inocentes.
Esta postura la expresó luego que el Senado de Puerto Rico aprobase a fines de octubre el proyecto de Código Penal que prohíbe el aborto, y que generó la ira de los sectores abortistas.
En aquella ocasión, Mons. González Nieves recordó que el derecho a la vida no está subordinado ni a los individuo, ni a los padres, sino que pertenece a la naturaleza humana y es inherente a la persona "en virtud del acto creador que la ha originado", y por tanto debe ser respetado por la sociedad y la autoridad política.