El consejo de la Comunidad de las Bienaventuranzas (Communauté des Béatitudes), reconoció en una nota los abusos sexuales cometidos años atrás por el fundador Ephraim Croissant, su cuñado Philippe Madre y uno de los principales colaboradores Pierre-Etienne Albert.
Ante las denuncias de abusos, la Santa Sede nombró en 2010 como comisario extraordinario de la comunidad al sacerdote dominico Henry Donneaud.
Según la nota, el fundador fue hallado responsable de los "delitos en contra de la moral de la Iglesia" al atentar sobre todo contra las "hermanas" que vivían en la comunidad.