En su reflexión previa al ángelus de este domingo, el Papa Benedicto XVI propuso a Cristo como auténtico, coherente y fiel Maestro de amor a quien los católicos deben seguir e imitar en la vida cotidiana para dar un testimonio eficaz.
En la Plaza de San Pedro y ante miles de fieles, el Santo Padre recordó que en la liturgia de hoy, "el apóstol Pablo nos invita a acercarnos al Evangelio ‘no como palabra de hombres, sino como lo que es verdaderamente, Palabra de Dios’. De este modo podemos recibir con fe las amonestaciones que Jesús dirige a nuestra conciencia, para asumir un comportamiento acorde a ellas".
En el Evangelio, prosiguió, el Señor "reprocha a los escribas y fariseos, que tenían en la comunidad un papel de maestros, porque su conducta estaba abiertamente en contraste con la enseñanza que proponían a los demás con rigor".