El Obispo de Huelva (España), Mons. José Vilaplana, explicó que "toda acción dirigida a interrumpir la alimentación o la hidratación constituye un acto de eutanasia, en el que la muerte se produce no por la enfermedad, sino por la sed y el hambre provocada".
Así lo indicó tras el retiro de la sonda nasogástrica que alimentaba e hidrataba a una anciana de 90 años de edad en coma desde hace poco más de un mes.
Ramona Estévez es una anciana española que el 26 de julio sufrió un infarto cerebral lo que la dejó en un estado de coma profundo. Se encuentra internada en el Hospital Blanca Paloma de Huelva. En su caso, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía decidió el martes 23 de agosto, a pedido de los familiares, retirarle la sonda que la alimentaba e hidrataba.