10 de julio de 2011 / 08:25 AM
Desde la residencia de verano de Castelgandolfo, el Papa Benedicto XVI dirigió el rezo del Ángelus dominical en el que recordó a los peregrinos que “Dios no nos obliga a creer en El, sino que nos atrae a Sí con la verdad y la bondad de su Hijo encarnado: el amor, de hecho, respeta siempre la libertad”.
Según informa Radio Vaticano, el Papa comenzó su reflexión con un saludo “a todos los habitantes de esta querida ciudad, con el deseo de una buena estación estival”.
El Santo Padre dedicó su meditación al Evangelio de este Domingo (Mt 13,1-23), que recoge la célebre parábola del sembrador.