En su habitual catequesis de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Benedicto XVI señaló que los salmos son el libro de oración por excelencia en los que el ser humano puede aprender a rezar del mismo Dios para encontrarse con Él, para encontrar consuelo y amor ante la desolación y el dolor.
Continuando con sus catequesis sobre la oración, ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa señaló que en los 150 salmos bíblicos que componen el Salterio "encuentra expresión toda la experiencia humana" y "la entera realidad del creyente confluye en las oraciones que el pueblo de Israel primero y la Iglesia después han acogido como mediación privilegiada de la relación con el único Dios y como respuesta adecuada a su revelación en la historia".
En los salmos, dijo Benedicto XVI, se puede identificar dos ámbitos principales: "la súplica ligada al lamento, y la alabanza, dos dimensiones relacionadas y casi inseparables. La súplica está animada por la certeza de que Dios responderá, y esto abre a la alabanza y a la acción de gracias, que surgen de la experiencia de la salvación recibida, que presupone la necesidad de ayuda que la súplica expresa".