Al encontrarse ayer por la tarde con los representantes de la sociedad civil de Croacia en el Teatro Nacional de Zagreb, el Papa Benedicto XVI señaló que la Iglesia Católica ofrece una particular contribución al formar la conciencia de las personas, sin la cual la humanidad no tendría un futuro con esperanza.
En su discurso sobre el tema de la conciencia, a los miembros de la sociedad civil, del mundo político, académico, cultural y empresarial, el cuerpo diplomático y líderes religiosos, el Santo Padre dijo que ante las grandes conquistas de la edad moderna, como el reconocimiento de la libertad de conciencia, es necesario recordar que "la calidad de la vida social y civil, la calidad de la democracia, dependen en buena parte de este punto ‘crítico’ que es la conciencia, de cómo es comprendida y de cuánto se invierte en su formación".
"Si la conciencia, según el pensamiento moderno más en boga, se reduce al ámbito de lo subjetivo, al que se relegan la religión y la moral, la crisis de occidente no tiene remedio y Europa está destinada a la involución", advirtió.