En la Audiencia General de esta mañana el Papa Benedicto XVI alentó a los católicos a esforzarse en Cuaresma –que se inicia hoy con el Miércoles de Ceniza– por convertirse cada vez más a Cristo a través de la liturgia y la práctica intensa del ayuno, la oración y la limosna.
Ante los 7 000 fieles presentes en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Santo Padre se refirió al símbolo de la imposición de las cenizas como "un signo que nos recuerda nuestra condición de criaturas, nos invita a la penitencia y a intensificar nuestros esfuerzos para convertirnos y seguir cada vez más al Señor".
El Santo Padre afirmó que "la Cuaresma es un camino, es acompañar a Jesús que sube a Jerusalén, lugar de la realización del misterio de su pasión, muerte y resurrección; nos recuerda que la vida cristiana es un ‘camino’ por recorrer, que consiste no tanto en una ley que cumplir sino en la persona de Cristo, a quien hay que encontrar, conocer y seguir".