Unas 40 mil personas se reunieron el 23 de enero en la Marcha en Defensa de la Vida celebrada en Paris en protesta por el 36° aniversario de la ley Veil, que legalizó el aborto en Francia.
Según informó el diario La Razón, el Papa Benedicto XVI se sumó a la iniciativa y envió un saludo "a los valientes manifestantes que luchan por la vida y contribuyen a instaurar una nueva cultura de la vida", a través de una carta enviada a los organizadores del evento.
La marcha definida como aconfesional y apolítica, fue promovida por 15 organizaciones pro-vida que piden "una verdadera política al servicio de la vida y de la familia", defienden los derechos de los no nacidos, reivindican el reconocimiento de la dignidad humana desde la concepción, y abogan por la prohibición total de todas las formas de experimentación con embriones humanos.