6 de enero de 2011 / 10:45 AM
En su homilía de la Misa por la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Papa Benedicto XVI resaltó que Dios no es un rival del ser humano, "no quita nada ni lo amenaza" sino que "es el único capaz de ofrecernos la posibilidad de vivir en plenitud, de probar la verdadera alegría".
En la Basílica de San Pedro y ante los fieles presentes, Benedicto XVI reflexionó sobre lo que representa el rey Herodes, que a diferencia de los Reyes Magos no quiere adorar al Niño Dios, sino acabar con Él porque lo considera una amenaza que puede privarlo del poder y de "todo aquello que desea".
"¿Tal vez también nosotros estamos ciegos ante sus signos, sordos a sus palabras, porque pensamos que pone límites a nuestra vida y no nos permite disponer de nuestra existencia a nuestro propio gusto?", cuestionó el Papa.