17 de junio de 2010 / 08:54 PM
El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, Mons. Silvano Tomasi, pidió a los estados combatir la mortalidad materna con políticas que respeten la vida de la madre y del hijo no nacido.
"Las políticas para combatir la mortalidad materna y la mortalidad infantil deben encontrar un delicado equilibrio entre los derechos de la madre y los del niño, en cuanto que ambos son portadores de derechos, el primero de los cuales es el derecho a la vida", indicó el Prelado.
Durante su intervención del 14 de junio ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Mons. Tomasi aseguró que "las clínicas y los hospitales de maternidad promovidos por la Iglesia Católica hacen justamente esto: salvan la vida tanto de las madres como de los niños, los nacidos y los que deben aún nacer".