Unos 200 jóvenes católicos reunidos en el atrio de la Catedral de Lyon, en Francia, se congregaron pacíficamente en el atrio de este templo para defenderlo de una manifestación anti-católica organizada por algunos representantes del lobby homosexual que querían realizar un evento denominado "kiss-in", en el que diversas parejas del mismo sexo se iban a besar para "celebrar" el "Día Mundial contra la Homofobia".
Los hechos sucedieron el pasado 18 de mayo en la Plaza de Saint Jean. En medio de un cordón policial, los católicos respondieron a las blasfemias e insultos de manera pacífica y rezando de rodillas.
Entre las pancartas de los católicos que se apostaron en el lugar se podía leer uno más grande que los otros: "¡No más católico-fobia!". Otros de los lemas que se oyeron, mientras sostenían una bandera del Vaticano, fueron: "¡Saint Jean (la Catedral) es nuestra!", "¡Europa, Juventud, Cristianismo!"