Peggy Noonan escribe un artículo en el Wall Street Journal (WSJ) en el que explica que el Papa Benedicto XVI no es culpable del escándalo por los abusos sexuales de algunos miembros del clero; y en el que afirma que los católicos fieles a la Iglesia "no son estúpidos" sino que le permiten avanzar y hacer frente a esta crisis con sus oraciones.
Noonan, quien fuera asistente especial de la Casa Blanca durante la presidencia de Ronald Reagan, señala en el texto de hace unos días que "algunos culpan de los escándalos al Papa Benedicto XVI. Pero Joseph Ratzinger es el hombre que, semanas antes de su ascensión al Papa hace cinco años, habló duramente en Viernes Santo sobre la ‘suciedad’ en la Iglesia".
Días después, explica la escritora, "en las calles de Roma, informaba el diario italiano La Stampa, el Cardenal Ratzinger se encontró con un monseñor de la curia que lo reprendió por sus agudas palabras. El Cardenal replicó: ‘no has nacido ayer, sabes de lo que estaba hablando, sabes lo que significa. ¡Somos sacerdotes! ¡Sacerdotes!"