En su mensaje para la Cuaresma 2010 titulado "La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo", el Papa Benedicto XVI explicó que "gracias a la acción de Cristo, nosotros podemos entrar en la justicia ‘más grande’, que es la del amor, la justicia de quien en cualquier caso se siente siempre más deudor que acreedor, porque ha recibido más de lo que podía esperar", para así generar una sociedad más justa y reconciliada.
Al iniciar su mensaje dado a conocer hoy, el Santo Padre explica el significado de la justicia a partir de la conocida frase "dare cuique suum" (dar a cada uno lo suyo) y resalta que "lo suyo" es "aquello de lo que el hombre tiene más necesidad" y que "no se le puede garantizar por ley".
Si bien los bienes materiales son necesarios, dice el Papa, el ser humano "para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo más íntimo que se le puede conceder sólo gratuitamente: podríamos decir que el hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle".