En la celebración de la fiesta del Bautismo del Señor y al presidir la Eucaristía en la Capilla Sixtina, el Papa Benedicto XVI resaltó que con este sacramento, Dios concede la luz de la fe a todos los hombres, que se manifiesta en el Evangelio que es vida y esperanza, para que resplandezca en un mundo que camina en las tinieblas de la duda.
En la Eucaristía en la que el Santo Padre administró el sacramento del Bautismo a siete niñas y siete niños recién nacidos, Benedicto XVI explicó que "la fe es un don que hay que descubrir, cultivar y testimoniar. Con esta celebración del Bautismo, el Señor concede a cada uno de nosotros vivir la belleza y la alegría de ser cristianos, para que podamos introducir a los niños bautizados en la plenitud de la adhesión a Cristo".
Con la fiesta del Bautismo de Jesús, dijo luego el Papa según informa Radio Vaticano, "continúa el ciclo de manifestaciones del Señor, que ha iniciado en Navidad con el nacimiento en Belén del Verbo encarnado, contemplado por María José y los pastores en la humildad del pesebre. Ha tenido también una etapa importante en la Epifanía, cuando el Mesías, a través de los Magos, se ha manifestado a todas las gentes. Hoy Jesús se revela, en las orillas del Jordán, a Juan y al pueblo de Israel".