El presidente de la Liga Católica de Estados Unidos, Bill Donohue, lamentó que el cineasta Roland Emmerich haya admitido en público que en su último filme "2012" –que grafica el fin del mundo a partir de supuestas profecías mayas- decidió "destruir" el Vaticano pero respetar a los musulmanes porque no quería ser sentenciado a muerte.
"Yo quería hacerlo, lo debo admitir. En realidad uno puede dejar que los símbolos cristianos se desmoronen, pero si quieres hacer lo mismo con un símbolo árabe, terminas con una fatwa (sanción árabe)", indicó Emmerich a los periodistas.
Donohue explicó que "este tipo de sensacionalismo, es la tarifa estándar para el director Roland Emmerich" a quien considera un "gurú" de este género de cine de ficción.