El Arzobispo de Armagh y Primado de Irlanda, Cardenal Sean Brady, destacó en su homilía de ayer que la Ley natural, que los creyentes miran con respeto, no puede ser violentada por normas legislativas como la que busca en Irlanda el reconocimiento de las uniones homosexuales; porque en ella está la base indispensable para el desarrollo humano integral.
En su homilía en la Catedral de St John en Limerick, el Purpurado recordó primeramente el deber de todo cristiano de usar de manera adecuada los recursos naturales, como explica el Papa Benedicto XVI en su encíclica Caritas in veritate.
"Además del respeto al medio ambiente, los creyentes de la Iglesia de Cristo deben defender también el respeto a la vida humana, desde el momento del nacimiento hasta el de la muerte natural. Esto implica también la defensa de los valores en los que se basa el nacimiento de todos los hombres: el respeto al matrimonio entre un hombre y una mujer que apunta a la generación de la prole", dijo el Cardenal.