Tras los atentados contra ocho iglesias en Bagdad y Mosul, el Arzobispo de Bagdad, Mons. Jean Benjamin Sleiman, alentó a los cristianos iraquíes a mantener la esperanza y a "confiar en el país así como su camino hacia la unidad".
En declaraciones a la agencia italiana SIR, el Prelado indicó que si bien no conoce "todos los detalles de los hechos, considero que estos se han hecho para desalentar a los cristianos y para hacerlos salir de Irak. Los desalientan también a quienes piensan volver".
De modo similar, el Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, indicó que estos ataques son un mensaje para que los cristianos que han dejado Irak "no regresen".